Determinación de micro y nano plásticos en la industria de alimentos

¿Qué son los nano plásticos en los alimentos (MNPL)?

Son partículas diminutas de plástico con un tamaño inferior a 1 micrómetro (1 μm). Estas partículas pueden formarse de manera intencional para aplicaciones específicas o no intencional como resultado de la degradación de plásticos más grandes debido a métodos físicos como exposición a la luz ultravioleta, el calor o la acción mecánica.

Los nanoplásticos se caracterizan por su tamaño extremadamente pequeño, lo que les permite ingresar de manera  fácil en organismos vivos y el medio ambiente. Su estructura química les otorga una resistencia a la degradación natural, lo que significa que pueden persistir en el entorno durante largos períodos. Estas partículas suelen tener superficies reactivas que les permiten adsorber contaminantes, como metales pesados o compuestos orgánicos, y transportarlos a través de distintos sistemas biológicos y ecosistemas.

Los nanoplásticos pueden derivar de una amplia variedad de polímeros sintéticos, como polietileno, polipropileno y poliestireno. Su detección y análisis representan un reto técnico debido a su tamaño y a la falta de métodos estandarizados para identificarlos en diferentes matrices, como agua, alimentos o suelo.

Su importancia en la industria alimentaria

La industria alimentaria enfrenta un desafío creciente en relación con la presencia de nanoplásticos, ya que estos pueden ingresar al sistema alimentario a través de diversas vías: contaminación ambiental, uso de empaques plásticos y procesos de producción. En el caso específico de la industria del té, las bolsas de té fabricadas con plásticos, como nylon o tereftalato de polietileno (PET), pueden liberar nanoplásticos al entrar en contacto con agua caliente durante la preparación de la bebida.

La importancia de abordar los nanoplásticos en esta industria radica en las posibles implicaciones para la salud humana. Algunos estudios sugieren que estas partículas pueden acumularse en el cuerpo humano, interactuar con tejidos o células y causar efectos adversos, como inflamación o estrés oxidativo. Además, al adsorber contaminantes químicos del medio ambiente, los nanoplásticos podrían actuar como vectores de exposición a sustancias tóxicas.

Desde una perspectiva regulatoria, la preocupación sobre los nanoplásticos impulsa a la industria alimentaria a adoptar medidas preventivas, como el desarrollo de alternativas biodegradables para envases y bolsas de té, así como la implementación de procesos de producción que minimicen la contaminación plástica. Por ejemplo, ya se están diseñando bolsas de té elaboradas con fibras naturales o compostables como respuesta a la creciente conciencia de los consumidores sobre este problema.

Referencias

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